En los últimos años, la NBA ha destrozado el concepto Most Improved Player hasta convertirlo en un premio al potencial all-star que no estaba rindiendo como tal pero al final, sí. Oladipo (pick 2), Paul George (10), Kevin Love (5) o incluso CJ McCollum (10), a la espera de que por fin sea nombrado el fin de semana de las estrellas.

Solo Butler, elegido el último de la primera ronda, ha sido un oasis en las últimas temporadas. Solo, hasta el pasado Junio. Hasta que Pascal Siakam, 27 del draft de 2016, se llevó el MIP. Un potencial jugador de rotación que explotó hasta convertirse en all-star, pese a no ser llamado. Que por mejorar, mejoró hasta de regular season (16.9 puntos, 6.9 rebotes) a los playoffs (19.0 y 7.1). Y por mejorar, ya no sabe conjugar otro verbo.

Generalmente, los jugadores galardonados con el MIP, vienen de hacer temporadas de escándalo y su año post-MIP suele ser más flojo. Algunos mejoran, pero levemente; otros, se mantienen y lo más desafortunados, bajan prestaciones (Turkoglu 2008 siendo el caso más claro). He analizado los últimos MIP o jugadores que habiendo ganado el galardón desde 2000, su posición sea parecida a la de Siakam. Y he mirado su progresión en el año post-MIP.

Fuente: bball-reference | Diseño: Alejandro Gaitán

Por si no se entiende. En promedio, los premiados mejoran 0.73 puntos, y en el resto de categorías (rebotes, asistencias, FG% y win-shares por 48 minutos) empeoran. Insisto, en promedio. Siete de ellos fueron all-star (en amarillo) esa temporada y solo Dipo, Butler, Granger y Diaw eran más mayores que Siakam; al mismo tiempo, solo Jimmy fue elegido por debajo.

Y salvo contadas excepciones (CJ McCollum, Turkoglu o Diaw), todos ellos fueron el arma principal de su equipo ambas temporadas, MIP y post-MIP. En el caso de Siakam, eso es una nueva evolución: de jugar con Kawhi a tener tu propio equipo y una extensión por el máximo. Presión… ¿dónde? En Toronto, ninguna.

Si miramos los números de Siakam el año pasado y le sumamos los promedios de crecimiento de un MIP, su año debería ser de 17.6, 6.5 y tirando ligeramente por encima del 50%. Si miramos lo que está haciendo… bueno.

De arriba a abajo: su 2019, su 2019 + promedios del MIP del primer cuadro, su 2020 y por último, el crecimiento de un año a otro.

Impresiona, la verdad. Sobre todo porque su USG% ha subido de 20.8 a 32.6, prácticamente ha duplicado el número de tiros (11.8 a 20) y triples (2.7 a 5.4) mejorando su porcentaje desde la larga distancia. Y lo que más debería asustar a rivales, está empezando a generar su propio tiro, algo que en años pasados no tuvo que hacer por la presencia de estrellas en el equipo.

Ha incrementado el número de tiros de entre 10 pies y la línea de triple de 6.9% a 16%, siendo solo 46% asistidos (50% el año pasado, 68% hace dos). En los triples, ha bajado de un 97.5% asistidos a un 66.7%, segundo por detrás de Lowry, todavía estandarte de la franquicia. Solo faltan dos mejoras: empezar a ir a la línea a un nivel all-star (por ahora su FTr es de .270) y generar juego.

Los Raptors lo saben y son dos facetas que están trabajando. Por ahora Lowry y VanVleet consiguen muchos más tiros libres que Siakam, pero sí que ha incrementado su AST% hasta un 21.9%, cifra que duplica a Marc Gasol por ejemplo — y otra vez solo por detrás de FVV y Lowry. Es el 53º de la NBA ahora mismo, 82º en free-throw rate. En ambas por detrás de Brandon Ingram, por ejemplo.

Será una estrella, seguro, si no lo es ya. Será all-star en Febrero, potencialmente titular junto a Giannis, Trae Young y un par más. Pero lo que va a ser seguro, una vez mejore aspectos del juego que ya está puliendo con el staff técnico, es algo mucho mejor a lo que jamás pudieron soñar Ujiri o Bobby Webster. Porque aquellos que le vieron un techo a Siakam, estaban equivocados: su techo es mentira.


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