¿Qué es lo primero que os viene a la cabeza cuándo os digo Australia? Las respuestas típicas, canguros, koalas, Sydney, Opera House, incluso Ian Thorpe o rugby para los que somos más frikis del deporte. No mucho más, una lista limitada, concisa y clara. Pues desde que he llegado a Sydney he jugado con gente de todo el mundo al mismo juego pero sobre España… y somos más famosos de lo que creemos, aunque no siempre para bien. 

Toros, paella, flamenco, sangría, la bandera, Messi, Neymar, Barça, Cristiano o la conquista de Sudamérica del siglo XVI, son las díez respuestas más repetidas. Nuestra fama nos precede. También creen que la siesta es parte de nuestro ritual diario, algo que en realidad es cada vez menos común: 2008 y 2015. Anyway, también somos famosos por comer tarde y cenar de madrugada [me han llegado a preguntar si cenamos a la una de la mañana] o por llegar siempre tarde a todos los sitios; aquí sí que aciertan más. 

Según la mayoría de hispano-parlantes [colombianos casi todos], zezeamos. No son ellos que sesean como toda la vida hemos pensado, es que hablamos mal nuestra propia lengua, la que les enseñamos. Este es un debate que YouTube lleva viviendo 10 años y no tiene pinta que vaya a acabar pronto. Y les encantan nuestras expresiones más malsonantes, a saber, joder, hostia, puta, me cago en y cualquier derivado; son tan inusuales para ellos como graciosas. 

Al contrario, la gente nativa o la mayoría de los asiáticos sí que tienen buenas referencias de España. A todos les encantaría visitar Barcelona o Madrid, y además conocen sitios de culto para el verano como Ibiza o Mallorca. Eso sí, España es solo para visitar: un par de semanas, un mes a lo sumo, y de vuelta aquí, que el tema de la crisis lo conocen a la perfección [aunque dudo que sepan lo que se viene a nivel político…]. 

Si puntualizamos más, al explicar que soy de Barcelona, la respuesta más repetida -y esto no es una broma- es «Ah, catalán. De Catalunya». Y lo siguiente que me preguntan es si soy independentista o no, por la consulta o por la situación entre Catalunya y España. Así que sí, también conocen al dedillo el proceso que se está viviendo en casa y que las cosas están algo moviditas, pero les da igual. Tenemos playas, buen tiempo y alcohol barato [en comparación con el de aquí, según lo que me han dicho eh, mamá], así que preparaos, que vienen los aussies. Y son enormes.